miércoles, 14 de octubre de 2009

Esos raros peinados nuevos: “Síganme, no los voy a defraudar”



Las empresas del Estado confieren un factor importante de poder hacia el pueblo. Son instituciones de la Nación y afirman nuestra soberanía. Ellas dan presencia en la economía al Estado y, empleo y poder a los trabajadores. Cuando la empresa prospera, también lo hace la sociedad. En cambio, aunque una multinacional pague buenos salarios a sus empleados, el progreso no será visualizado por los argentinos debido a que los beneficios emigrarán hacia otros países. Ahora, citando a Jorge Lanata, ¿Cuando nos tomaremos en serio a nosotros mismos?

Las multinacionales cerraron un negocio muy conveniente, pero conveniente sólo para ellas. Se mantenía el carácter monopólico del mercado y se incrementaba el precio del servicio.

Los servicios públicos son empresas de servicio y deben permanecer administrados por el Estado para asegurar a la sociedad el acceso, una buena atención y bajos costos.

Argentina representa un caso inédito. Ha facilitado el crecimiento de empresas preestablecidas extranjeras en lugar de promover el establecimiento de nuevas empresas nacionales para operar competitivamente. Se permitió una fuga masiva de capitales.

Lo único que no se transfirió a las nuevas empresas firmantes, fue la marca, los créditos facturados hasta la toma de posesión y las deudas.

Resulta increíble como las empresas inversoras en menos de un año recuperaron lo invertido y lo superaron con creces. Y más lamentable aun, que cuando estuvieron en nuestras manos, los gobernantes que elegimos para que nos representen, llevaron a cabo un saqueo desmedido, desmantelando completamente la empresa.

Gente como Menem, Duhalde, Alsogaray, Dromi, Otero, Terragno, remataron a nuestra Argentina mintiéndole al pueblo mediante contratos leoninos y corruptos. Cuando los gobernantes actúan de esta forma, todo exceso es posible y la política pierde su rol, transformándose en un abuso.

O quizás aquí el único que tenga razón sea el Sr. Menem, quien todavía se da el lujo de decir: “Estos hechos han formado parte de una especie de…casualidad permanente”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

My Playlist